21 TRAVESÍAS V.- UNA BADINA DE PIEDRA

 

21

TRAVESÍAS


V.- UNA BADINA DE PIEDRA

 

No lloraré por mis muertos

ni añoraré a los ausentes,

no volveré a amar a los hombres

que me dejaron sola en el camino

con mi pesada mochila llena de versos,

ni recordaré a los amantes

de los que me desprendí a dentelladas,

sobreviviendo al arrastre de las aguas imparables.

 


Romperé el conjuro que lanzé

desde la ira y la desesperanza,

cuando hallé mi corazón

arrancado de cuajo,

abandonado entre la lluvia y el barro.

 

Liberaré los cuchillos

de la amada carne que desgarraron

y cerraré las heridas que abrí

en el corazón de mis amigos,

en los cuerpos de mis hombres,

bendiciendo donde antes maldije.

 

Dejaré de ser el femenino fantasma

acoplado a la silueta del cuerpo viril.

Ya no seré calor ni abrigo ni hoguera,

nuestra casa ya no será

mi seno,

acogiendo los desvalidos miedos,

aplacando las fatigas ajenas,

colmando los raudos fulgores del deseo.

 

Para cuando el hombre me busque

yo estaré distante de su piel y de sus manos,

lejos de las tierras donde el tiempo hizo encontrarnos.

Ya no existirá la mujer que ofreció

lo que tenía:

Tan sólo el corazón sorteado,

los versos eludidos.

 

Enviaré hasta su puerta

cartas blancas replicando al silencio,

piedras de caminos lejanos

tañendo contra su ventana,

y una badina de pupilas verdes

para que sumerja en ella

los sueños de arena ardiente,

los deseos escondidos,

la intimidad de los peces que besaron nuestros cuerpos.

 

Luisa Gómez Gascón

(Agosto 1961-Feb 2011)

Comentarios

Entradas más populares

Penita roedora

El árbol de la memoria