Sin T - El Rosal - Las Musas

 

Sin T

No sabía cómo llegar al final del camino. Demasiados enigmas y gran número de problemas aparecían sin cesar. Se confabulaba el mundo para impedirme conseguir mi sueño. Los faunos y las hadas llegaron para ayudar haciendo que fuera sencillo. Caminé sin esfuerzo, brinqué con energía y llegué al fin.

Alcancé el arco iris y me fusioné con él impregnándome de colores.

Al hacerlo, descubrí que ya vibraban en mí  y me coloreaban incluso sin comenzar el viaje.

 

El ROSAL

Puse un rosal en la esquina del huerto. Un día de ausencia, unos trabajadores plantaron un poste a su lado. Al verlo, pensé que un ciprés, algún día lo ocultaría. Pasado el tiempo, en lo alto del ciprés, unas rosas atrevidas sorprenden al caminante.

 

Las MUSAS

Dicen los que saben, que las musas llegan de puntillas, ocasionalmente. Lo mejor es que te encuentren trabajando. Hay personas a las que visitan a media noche o de madrugada, entre vuelta y vuelta a la espera del amanecer. En más de una ocasión lo hicieron conmigo y alguna vez estaban chistosas. Se me escapaba entonces una risa apagada por las sábanas y la penumbra. Casi inmediatamente se disparaba un dispositivo en forma de codo que daba en mi costado un toque sutil. Al mismo tiempo, un rumor suave y claro:- “¡Duerme!”

Álvaro



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