Observando

 

Observando

A Juanjosé que me honró con su amistad, fallecido el 3/01/2024

 Observo que algunas personas se llaman a sí mismos despiertos y miran con condescendencia cuando no con cierto aire de superioridad a los otros, los dormidos. A mí me parece que todos somos despiertos respecto a algunos temas y nos falta despertar respecto a otros. Tengamos empatía y la mente siempre abierta.

Observo que hay gente que llama a las personas que no se ajustan al comportamiento habitual de la sociedad, ovejas negras. Éstos a su vez consideran a los otros “la borregada”. Pero en los rebaños las ovejas negras tienen borregos como las blancas y ambas tienen el mismo final, el matadero. Habrá que redefinir los conceptos.

Observo que mientras uno se comporta como los demás, es considerado bueno, normal,… Cuando tiene criterio propio, cuestiona procedimientos, no se ajusta a lo esperado o incluso se atreve a ser libre, deja de ser bueno, para convertirse en peligroso. Hay que ignorarlo, esconderlo, silenciarlo, descalificarlo con etiquetas según el ambiente. Puede ser conspiranoico, rojo o facha según las ideas dominantes del grupo, negacionista o quizá anti esto o anti esto otro, aunque la cruda realidad demuestre que está pasando algo que antes no pasaba. Eso enseña mucho, el diferente se refuerza con informaciones complementarias, con argumentos nuevos y con nuevas compañías que nutrirán su mente y harán más fácil el recorrido y más firme su voluntad. ¿Qué tengo que aprender?, paciencia, humildad y doy un paso atrás. No pasa nada, el mundo no se acaba ahí y hay mucho mar por donde navegar. ¿Qué tienen que aprender ellos?, a enfrentar sus miedos, pues es miedo el no atreverse a contrastar sus creencias frente a otras diferentes.


Observo que las ambulancias están más presentes y ruidosas que nunca y que la muerte se hace notar en nuestro entorno, tocando a vecinos, amistades o familiares, para hacernos consciente de lo frágiles que somos, que estamos de paso que puede tocarnos y en algún momento nos llamará. Mirémosla de frente, sin temor, sin aprensión, acompañando y ayudando en lo que se pueda. Vinimos en un momento y nos iremos cuando nos toque. Vivamos cada día con alegría y con intensidad y tratemos de dejar por lo menos buenos recuerdos en las personas que nos conocieron. 

     Álvaro (observador ocasional)

 

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