La tentación.
La tentación Camina con decisión entre la gente por la amplia acera de la avenida. Llega a la cafetería donde le esperan sus amigas y desde la puerta da una mirada rápida a las mesas en busca de alguna cara conocida. Al no reconocer a nadie se dirige hacia la barra, cuando alguien le frena con un “Hola Laura” y un suave contacto en su brazo. Es J., un antiguo alumno del instituto. - “¡Qué sorpresa!, ¿cómo estás? - Se saludan con naturalidad besándose en las mejillas. -“Bien. Pasando unos días. He quedado aquí con unas amigas.” – Contestó Laura – “¿Qué es de tu vida?” - “Bueno, normal. Me casé. Tengo una tienda de electrodomésticos aquí cerca. ¡Mira!, te presento a mi mujer. Nos conocimos en el instituto”. Dijo J. mirándola a los ojos. Laura sonriendo y sin pestañear dijo: “Buenos tiempos aquellos. Os dejo que veo ahí a mis amigas. Encantada”. El encuentro fue sorprendente para Laura, pero no la alteró. J. no había sido un alumno cualquiera. Era el guapete de la clase. No