Conexión con las estrellas

Conexión con las estrellas Formaba parte de una camada de cuatro hermanos, dos hembras y dos machos que nuestra madre nutría con dedicación. Mi mundo se reducía a ese pequeño conjunto de cinco seres que la prudencia de nuestra madre mantenía un poco aislado. Búfalos, hienas, además de posibles machos ajenos a la manada principal, entre otros potenciales enemigos podrían poner en peligro nuestra supervivencia. Esta fase temprana estuvo dominada por los temores compartidos cuando estábamos solos y los periodos de acompañamiento de nuestra madre, en los que mamábamos, sesteábamos o comenzaban nuestros primeros juegos. La vida de la que no éramos conscientes no fue muy amable con nosotros. Pronto viviríamos el primer susto que por suerte quedó en eso; una hiena errante o exploradora nos olisqueó y tuvimos que protegernos en la parte central de aquel arbusto espinoso que nos servía de refugio temporal. El contacto con los hermanos, disminuía el terror que las fauces próximas nos p...