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12_Tiempo de Azahar - 1.- Bordando un sueño

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  12 TIEMPO DE AZAHAR   I.- BORDANDO UN SUEÑO   Debajo de su volante María guarda, celosa, el silencio de un suspiro negro. Su hija, con las manitas en la alberca, sueña con ser sirena y los pececillos besan sus dedos. María, entre vainicas, borda un nombre de varón (¿o de un poema?) Puntea la M (Muerte) Hilvana la A (Anhelo) Ribetea la N con cruceta (Navío) Anuda la U a la nada (Urdimbre) Hace encajes con la E (Espadas) y la L, entre hilos, remata su bordado (Lejos, lejos).   La niña en sus ojos lleva un velero y cuando juega en la arena construye popas, quillas y barcos con sus sueños. ¡Ay, niña mía, no mires el azul profundo del mar! ¿Quién abarcará mi pena si mi volante se vuelve ola y se lleva a mi hija entre la espuma y la arena? San José, 15 de Junio de 1993 Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

La tentación.

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  La tentación Camina con decisión entre la gente por la amplia acera de la avenida. Llega a la cafetería donde le esperan sus amigas y desde la puerta da una mirada rápida a las mesas en busca de alguna cara conocida. Al no reconocer a nadie se dirige hacia la barra, cuando alguien le frena con un “Hola Laura” y un suave contacto en su brazo. Es J., un antiguo alumno del instituto. - “¡Qué sorpresa!, ¿cómo estás? - Se saludan con naturalidad besándose en las mejillas. -“Bien. Pasando unos días. He quedado aquí con unas amigas.” – Contestó Laura – “¿Qué es de tu vida?” - “Bueno, normal. Me casé. Tengo una tienda de electrodomésticos aquí cerca. ¡Mira!, te presento a mi mujer. Nos conocimos en el instituto”. Dijo J. mirándola a los ojos. Laura sonriendo y sin pestañear dijo: “Buenos tiempos aquellos. Os dejo que veo ahí a mis amigas. Encantada”. El encuentro fue sorprendente para Laura, pero no la alteró. J. no había sido un alumno cualquiera. Era el guapete de la clase. No

11 ALAS MENSAJERAS

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  11 ALAS MENSAJERAS   Vuela la conciencia por los cielos inmensos de los páramos, el espíritu despliega velas y atraviesa el océano de metal gris lejano. Contengo los pies de aire y me oculto en la casa abandonada en el tiempo, mía en algún instante pasado, o nuestra, ahora pertenece a los pájaros que la habitan.   El paisaje que añoro se amplía inventando razones y sendas, dibuja mapas de raíces en las baldosas del suelo, cartas luminosas sobre el techo de la casa, travesías por los mares contenidos en mi bañera, de los hielos de la cocina surgen los ventisqueros de agosto y el Mapamundi mira, sonriendo, mis suelas, haciéndolas bailar por las paredes agrietadas donde las golondrinas anidan.   Quiero aferrarme a las ventanas sin rejas, enterrar los pies en las macetas, apaciguar el arrebato en mi blanda cama, atrapar las botas que andan sueltas por los muros, descansar mis sueños entre libros de aventuras. El Atlas se destapa y

10 CAÍ EN LA TIERRA, COMO EL POEMA II

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  10 CAÍ EN LA TIERRA, COMO EL POEMA    II   Las vi durante largo tiempo, andé sinuosos caminos descifrando los mensajes, las encontré por los mares, entre las grietas de los escollos, como caracolas escondidas, las distinguí, ennegrecidas, entre las lavas milenarias. Estaban por todos los lados, innominadas, esparcidas como semillas originales, como árboles futuros ansiosos de brotar, deseosos de fructificar.   Me cayeron encima, mojándome, lluvia de palabras húmedas goteando por el cuello, letra sobre letra, verbos deslizándose entre mis piernas, como el agua caída sobre las misteriosas lengas * . Y fui recogiéndolas en el hueco de mi vientre hasta colmarlo.   Las sentí desbordándome veloces como ríos caudalosos, alcanzando mis labios, flotando en mi anhelo, curioseando, golpeando en las entrañas, hurgando en el amor, en el odio acurrucadas en la nostalgia, dormidas en mis propios sueños, descubriendo las raíce

Pedí permiso

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  Pedí permiso. Pedí permiso a la Tierra , para sentirla y mis pies comenzaron a echar raíces   que horadaron sus poros y penetraron sus capas. Parecía árida y dura, pero era jugosa, tibia, maternal. Tenía nutrientes en todas sus formas, que cedía generosamente para la vida. Sus paisajes de la superficie, podían ser espectaculares, pero no lo eran menos los de su interior. Sus minerales conformaban cristales que no eran más que la sublimación de esa materia en su expresión más pura. En su centro un sol luminoso y acogedor me hizo entender que su corazón vibraba alto y tenía la fuerza de vida que tiene todo ser en el universo. Me dio un mensaje corto y directo:- ”Yo te amo, ámate tú” Pedí permiso al Agua , para sentirla y mis sentimientos empezaron a moverse y subían y bajaban como las mareas. Una oleada de saludos me llegó repentinamente. Holas pequeñitos y tímidos, de krill, camarones y caballitos de mar, holas firmes y seguros de atunes, delfines y tiburones y HOLAS grandotes, pr

9 - Caí en la Tierra, como el poema - 1

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  9 CAÍ EN LA TIERRA, COMO EL POEMA   I   La Tierra se hizo poema. Los caminos fueron los versos, las piedras desgajadas inventaron los signos, las letras contorneadas por los vientos hasta dar forma a las palabras.   Frías en las madrugadas de invierno, ocultas entre hielo y nieve, ardientes en el mediodía de los desiertos planos, suaves y resbaladizas en las orillas de las playas, cortantes, puntiagudas en las cimas de las montañas, esponjosas cuando el musgo las cubre en los bosques húmedos, inmemsas en las morrenas gigantescas, minúsculas en las cambiantes dunas, encantadas, en la noche estival de luna llena. Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

8 - Dinámica

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  8 DINÁMICA   Las cordilleras se elevan para tocar los cielos y caen rodando por la noche de los tiempos hasta ser polvo de estrellas sobre las arenas de las playas.   El aire bailotea sobre las lengas * limpiando la noche de las estrellas del Sur, y será viento de Levante contorneando la sombra de las dunas.   Oculto bajo la diversidad multicolor, el magma incandescente desparramándose, fundiendo hielos en los glaciares y piedras en la aridez.   La distancia se convierte en horizonte, los días y las noches se confunden, las piedras marcan el ritmo del tiempo. La tierra vive, salta océanos, inventa islas, cordilleras, continentes, se aúna y se expande para acoger los seres que poblarán las selvas, los bosques, las altas montañas, los pastos, las estepas, los valles, las sabanas, las arenas, las tundras, los desiertos... * Roble de la Tierra de Fuego San José, 1 de Julio de 1993 Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

Seguir bailando (Flashmob en París)

  En la Estación del Este París, 8 de Abril de 2021 “El miedo a la muerte no impide morir, pero impide vivir” Queremos seguir bailando todavía Ver nuestras ideas abrazar nuestros cuerpos, Pasar nuestra vida en una red de acordes. Oh no, no, no, no, no, no   Queremos seguir bailando todavía Ver nuestros pensamientos, entrelazar nuestros cuerpos Pasar nuestra vida en una red de acordes Somos aves de paso   Jamás dóciles ni verdaderamente prudentes No juramos obediencia Al alba en toda circunstancia Venimos a romper el silencio Y cuando por la noche en la televisión Nuestro buen rey ha hablado Vino a anunciar la sentencia… Mostramos irreverencia Pero siempre con elegancia Oh no, no, no, no, no, no   Queremos seguir bailando todavía Ver nuestros ideas, entrelazar nuestros cuerpos Pasar nuestra vida en una red de acordes Oh no, no, no, no, no, no   Queremos seguir bailando todavía Ver nuestras ideas abrazar nuestros cuerpos, Pasar

7 - MUJER DE ARENA

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7 MUJER DE ARENA *   No fui de esta tierra hasta que mi cabello se confundió con el viento furioso y la sal, hasta que mi piel se oscureció, se escamó, se pulió con la danza de la arena y del polvo. No fui de otra tierra hasta que ésta no moldeó mis pies y aceptó mi ser dentro de su gran placenta. Después, fui de muchas tierras, de las altas cumbres nevadas y silenciosas, de los mágicos bosques de hayas otoñales, de las ciclópeas morrenas de bosques graníticos, de los suaves lagos y las frondosas selvas coronadas por volcanes helados.   Esta noche descubro el gran secreto en la guarida pedregosa de los alacranes, balaceándome * en los abismos de los arrecifes, rebrotando de las raíces profundas de los agaves, y regreso a mi origen...   La Tierra se aúna en mí. Mi ser es un paisaje en el que el sol fundió en el deseo las tierras que no conocí. Nunca salí de la noche serena, mi vagar llevó el olor de la ontina a los ventisquero

6 - Quehacer cotidiano

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  6 - QUEHACER COTIDIANO   Mi vida, la de ahora, es escuchar al protagonista de esta tierra árida, al gran mago vociferante, dotando de movimiento al paisaje: piedras y colinas desmoronadas, albaidas llameantes, ontinas de olor persistente apuntando hacia el levante, arena y salitre ondulando las playas, dibujando en la espuma de las olas el perfil de una mujer de arena, el mar verdeazulado arropando la desnudez de sus hombros, guardando, celoso, la femenina belleza del influjo del sol seductor. Tierra, Fuego, Agua, Aire. Mujer oculta, mediodía de cigarras llameantes, lamento eterno, animador frenético de la inmovilidad del desierto.   San José, 28 de Junio de 1993 Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

El Estanque

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Cuando escribí ésto, se lo di a leer a mi hijo mayor, tenía once años. Le pedí su parecer y me contestó: - “Este cuento es para mayores”. Me quedé desconcertado.   EL ESTANQUE   Entre las montañas de aquel país había un caserón grande, robusto, lleno de ventanas que lo abrían al paisaje y por las que penetraba el sol iluminando con generosidad sus salas y a sus moradores. Este edificio estaba dedicado a la docencia y en él pasaban temporadas muchos jóvenes desarrollando facetas que les enriquecían y preparaban para la vida.   Crispín era uno de los niños de aquel centro. Ya había estado en otras ocasiones y cada vez aprendía cosas nuevas, de las actividades programadas, de sus compañer@s de clase y también de sus correrías por los alrededores. Le gustaba caminar por los bosques, disfrutar de la naturaleza y descubrir sus rincones. En ocasiones se había tropezado con ejemplares de la fauna silvestre, que sorprendidos como él, huían rápidamente. Sobre todo disfrutaba con los pájaro