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Bertrand Russel

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Estrellita

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  Hay situaciones que son y otras que parecen ser. De esas situaciones que fueron o parecieron ser, surgió este poemita. Entonces estaba casado.  ESTRELLITA   En el cielo de mi alma hay estrellitas doradas, que me cantan toda la noche y hasta bien entrada el alba.   Todas ellas me iluminan, mas sólo una me encandila; es una estrellita caneeela, que me mira y disimuuula, y yo la miiiro…, cuando nadie me mira.   ¡Ay!, si pudiera alcanzarla, con una larga escaleeera…, nos iríamos por el Cosmos, cogiditos de la mano, mientras le canto y me canta, la abrazo y me susurra…   ¡ESTRELLITA CanEla!, mi escalera no alcanza y un compromiso me obliga.   ¡VUELA! y encuentra un lucero que te merezca, mientras…, me liberaré de mi ancla, ¡sólo cuando el tiempo lo diga!.   CONSTRUIRÉ LA ESCALERA MÁS ALTA, que nadie imaginar pueda, para cuando te vea, ya de vuelta y si aún me miras, subiré raudo a fundirme en tu luz y comenzar el viaje, que ya no importará cuán

27 - EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA 3

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   27 EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA EN EL AMOR, UN POEMA   Ven, amor mío. Permanece callado, si lo deseas, en la quietud de mi seno. Viértete cono agua en el cauce de mis manos, hazme vientre de deseos, continente liberado. capacidad que abarque el abrazo amedrentado.   Relieve de caricias, volumen de luces y sombras. Acabemos la noche, abierta la ventana a la claridad de los cuerpos que renacen al alba.   Pasa, amor, a la tierra. Pues de tierra soy, desmoronada piedra. Íntima, del tiempo olvidada. Cesada de sangre. Perdurable.   Continúa soñado en el silencio, y yo aguardaré la aurora de tus ojos, siglos de sueños o de dormidos gozos, milenios de calma, eras, distancias que fueron puntos extendiéndose al amor. Incesante. Al amor y a la tierra. Inacabable. Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)  

Caí en una nube.

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  Caí en una nube No sé cómo había llegado allí. Seguramente me había caído del aeroplano cuando me asomé para ver con más detalle mi pueblo a través de las nubes. La verdad que no había notado ningún golpe ni arañazo de los árboles que por ahí estaban. En casa me lo decían continuamente y sobre todo en el colegio: - “Si es que estás en las nubes”. Esta vez era de verdad, aunque no coincidía con la percepción que de ellas tenía. Era de colores suaves y dominaban los tonos verdes. Un camino con césped cortito, invitaba a recorrerlo. A los lados flores variadas, rosales sin espinas y árboles robustos. Por un momento pensé:- “Con tanta humedad, no me extraña que esté todo tan frondoso; ¿se verán las raíces desde abajo?”. “Naaa, todo es nube”, me contesté. Un ser con túnica verde se hallaba sentado en una roca, verde. La capucha ensombrecía sus facciones dificultando el perfilarlas. Parecía estar meditando y no reparar en mi presencia. Un poco por timidez y otro por prudencia, pasé a

26 - EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA 2

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 26   EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA EN LA AMENAZA Ser felino sobre los afilados cuchillos. Acechándome. Fondear en mí. Oscura.   Esperar astuta, al tiempo. Brotar la piedra, brotarme de la tierra.   Soltarme. Soltar la raíz, el polvo, al verso.   Ser gradiente raudo, fulgor hacia la luz del día, Sin tiempo.   De pozo piedra. Sin fondo tierra.   Al cabo. Sólo tierra. Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

Día de la Madre

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🎵 Mamae Vosso Brilho 🎤 Padrinho Alfredo - Nova Era #21 ✝️ Santo Daime Mamá tu brillo es tan hermoso La sombra es solo un velo. tu rostro iluminado Madre de la Tierra, Madre del Cielo   Y tú eres la Luz, Madre de la Luz La Luz que viene de Jesús Eterno brillo del sol Vida, Camino, lleva a todos   En Claro, la Presencia de Dios Por siempre yo soy, soy yo Salud constante en sí misma La vida que nunca murió

25 - EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA 1

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 25 EN LA RAÍZ, DE PERMANENCIA EN LA PALABRA AMEDRENTADA ¿Por qué despuntó la palabra al dolor, al míedo inconfesable, al alba gris eterna, creciéndose nocturna?   ¿Por qué fluyen las raíces desterradas en la mañana cargada de alveolos, de vómitos, de suicidios, ondulantes mareas fluctuando alaridos, solas, tan solas que no son que no fueron sonido, ni eco, ni verbo, ni materia?   Antes de olvido, elipsis entregada al silencio.   Luego, anudadas al no, limitadas, crepúsculo de emblemas sorteando la luz moribunda.   Al fin nada. Luisa Gómez Gascón (Agosto 1961-Feb 2011)

Sonata triste

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  Sonata triste. ¿Cómo habíamos llegado a ésto?. Quizá el orgullo, la mala suerte, o un cúmulo de circunstancias habían hecho que nos deslizáramos por la pendiente. No supimos frenar, menos aún revertir. ¡Tantos cuentos acaban en boda!, tantos en “y fueron felices y comieron perdices”, pero es que no acaban ahí, los cortan ahí. Me gustaría ver a la princesa después de veinte años, al príncipe ya gordo y sin haber heredado el trono, tratando de educar a unos hijos consentidos y caprichosos imagino. Nos habíamos casado muy enamorados y de aquel amor habían nacido cuatro hijos que pronto se fueron despegando del hogar. La pequeña tomó la decisión de quedarse en casa cuando los demás hermanos habían partido. Fue un puntal para ambos y una gran ayuda para su madre, débil y silenciosa. Vivíamos en una casa de campo. Demasiado trabajo en el día a día que iba envolviendo a todos. Los bichos, las faenas de campo, los trabajos de la lana, el queso… La comunicación se fue reduciendo, tambié

Hoy día de San Jorge

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  Ponto de São Jorge (Alex Polari) São Jorge está aqui São Jorge aqui está Com seu cavalo branco Guerreiro melhor não há   Viva o Rei Ogum Ele veio anunciar Que as linhas estão abertas Que é pra nós se aliar   Punto de San Jorge (Alex Polari) San Jorge está aquí San Jorge aquí está Con su caballo blanco Guerrero mejor no hay   Saluden al rey Ogun Él vino a anunciar Que las líneas están abiertas Eso es para nos unir Referencia:  Nossa Irmandade  

Planta árboles

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  El que planta árboles, sabiendo que nunca se sentará a su sombra, ha empezado a entender el significado de la vida.

La Sirena

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  LA SIRENA ¿Qué sabes tú de mí? ¿qué, de mis noches bajo la luz del silencio, de la clara luna que me envuelve en los escollos, y convierte mi pena en peces nadando a la deriva por el mar de los sueños? ¿Alguna vez sentiste la inmensidad del océano en tu piel? ¿Conoces las cuevas de los arrecifes donde las frías noches se reúnen y se hacen tan densas, que pudieran cogerse pedazos de húmeda oscuridad con las manos?   ¿Recuerdas el instante que me transformó en agua?   Dormidos sobre el molde de las arenas soñábamos ajenos, distantes, que nos mirábamos en un cuenco de agua fresca, con sabor a barro profundo.   Me deseabas pez   acariciándome las escamas, escurriéndose entre tus piernas y tus nalgas,   Te anhelaba desde el mar, deslizándote por mi cabello de algas, y el sueño cristalizó fuera de las mentes adormiladas.   Caí al hondo cántaro y la reverberación del golpe desbordó sus aguas. Fui corriente abajo, velo

LA VASIJA II.- SILENCIO

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23 - II. SILENCIO   Pero no pude escuchar la oscilación de los labios callados, el eco de la palabra ausente, la voz del corazón expandiéndose, respondiendo al grito omitido del amor o del deseo.   Y arrojé con furia la vasija enmudecida, luché contra el pétreo mutismo a cuerpo descubierto, sin coraza ni armadura, sola en medio del páramo, sin cobijos, sin parapetos, con un audaz escudo de palabras desnudas inventando un lenguaje arraigado en la herida, escrito sobre tu piel con signos encabritados, señas temerarias, gestos ineludibles, emblemas virtuales anudándose a tus secretos.   Sentí mis palabras como golpes secos, solidificándose, cayendo una sobre otra, vulnerando tu sigilo, levantando una muralla impenetrable que nos hizo ajenos al gran estruendo exterior, trenzando una cuerda infinita de cuyos lazos no pudimos desatarnos, que nos unió juntos a lo nunca expreso, y nos dejó ocultos en el Gran Silencio. Luisa Góme

El Mensajero del Aire - II

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  EL MENSAJERO DEL AIRE - II – “Pensando, pensando, - seguía Silverio - empecé a entender que demasiadas cosas en mi vida estaban relacionadas con este elemento, pero era la primera vez que oía hablar del “Espíritu del Aire”. Busqué un sitio tranquilo en un parque próximo y hallé un lugar frondoso y discreto para reflexionar sobre aquellas palabras. Me acomodé apoyado en un árbol y cerré mis ojos intentando calmar mi mente y relajar mi cuerpo. No habrían pasado muchos minutos cuando una ligera brisa me hizo estremecer; abrí los ojos con la sensación de que había alguien más. – Ahí estaba, mirándome. No sabía cómo se había manifestado ni por qué. No podía decir que estaba plantado ni tan siquiera parado, ya que su cualidad intrínseca era el movimiento y se presentaba con una leve ondulación que asocié a un pez “lámina”, vertical y transparente, flotando y mostrándose de perfil para que pudiera apreciarlo con más facilidad. Sus límites, si se puede decir que los espíritus los tienen